El proyecto fue concebido como una sola habitación que alberga personas y libros. Los bordes del edificio se levantan del suelo creando tres pasillos que acomodan la colección de libros y, al mismo tiempo, encierran un espacio triangular central. Esta configuración también permite al visitante acceder al edificio en su centro, en lugar de ingresar laboriosamente desde el perímetro. Los pasillos están diseñados como una topografía de estantería, intercalados con espacios para leer, socializar y navegar. Las estanterías están destinadas a ser parte del edificio, tanto en términos de materialidad (están hechas del mismo mármol blanco que los pisos) como de infraestructura, incorporan iluminación artificial, ventilación y el sistema de devolución de libros.
Un puente libre de columnas conecta los pasillos principales de la biblioteca, lo que permite una variedad de rutas en todo el edificio. También es un espacio de encuentro: alberga salas de medios y estudio, mesas de lectura, exhibiciones, una mesa de conferencias circular y un gran auditorio polivalente, rodeado por una cortina retráctil diseñada por el estudio de Amsterdam InsideOutside, que también fue responsable del paisajismo.