Un complejo que debería ser de ensueño por el diseño y lujo de sus castillos es ahora una villa abandonada que llevó a la quiebra de su constructora.
En 2014 Grupo Sarot lanzó su proyecto Burj Al Babas, un ambicioso plan de 732 residencias de estilo francés que de haberse terminado contarían con piscinas, baños turcos, saunas, centros de salud, centros de belleza, parques acuáticos, un gimnasio, un centro comercial con cine y restaurantes, pistas de baloncesto, pistas de tenis y dos campos de fútbol. Además, una mezquita y cercanía de un centro de esquí.