Y aunque a idea viene de este tipo de alojamientos, Casa Nada se ubica en un intermedio entre los hoteles súper lujosos que hay en la capital del estado y los que solamente ofrecen un lugar dónde dormir. Cuenta con 10 habitaciones con camas matrimoniales, pero cada una tiene una ubicación, diseño e interiorismo diferente. Una por ejemplo el baño parece una piscina, la decoración en todas rememora el Art Deko pero sin duda mezcla elementos muy modernos desde el uso de los colores hasta los detalles de lámparas, muebles, etc.
El inmueble es una casa del siglo XIX que no está catalogada, en un principio se utilizó como vivienda y durante mucho tiempo fueron oficinas, por eso carecía de una identidad o personalidad, durante la realización del proyecto se conservó la fachada, pero lo difícil para los arquitectos fue convertir el interior en espacios armónicos, integrados e interesantes. Hoy en el fondo de la vivienda se ubican las habitaciones, dos por planta, y en conjunto tratan de crear una experiencia única para el huésped, de hecho, la idea, es que cada vez que alguien se hospede ahí viva en un lugar diferente.