Así pues, cada alfombra es un producto único no solo por su imagen, sino también por el proceso que respeta este antiguo arte, a la vez que utiliza técnicas renovadoras que se aplican a materias primas sin teñir y patrones tejidos, todo anudado a mano por expertos artesanos tibetanos en Nepal.
De esta manera se mantiene un vigoroso respeto hacia los materiales en cada paso de la producción en el que cabe destacar se utiliza lana suave del Himalaya y agua de lluvia purificada para el lavado de los productos finales, lo que a su vez refleja un enfoque ecológico de la compañía.