Cuando el hongo se implanta en un lugar adecuado, el micelio se comporta como un pegamento, cementando el sustrato y transformándolo en un bloque sólido. Éste puede estar compuesto por aserrín, madera molida, paja, diversos residuos agrícolas, entre otros. De acuerdo a la cepa del micelio y el sustrato utilizado, el producto final puede moldearse para producir paneles aislantes, muebles, accesorios, tejidos, materiales de embalaje e incluso ladrillos, con buenas características térmicas, acústicas e incluso buen comportamiento al fuego.
Investigaciones científicas han demostrado que, en términos de características físicas y mecánicas, los materiales a base de micelio se parecen al poliestireno expandido (a menudo llamado espuma de poliestireno), pero con un nivel mejorado de biodegradabilidad. Por lo tanto, la consistencia del micelio en sí se ve afectada, a su vez, por la composición y la estructura del sustrato.