Las fachadas ventiladas son la mejor forma de aislar un edificio, elimina los puentes térmicos y los problemas de condensación. Solo se requiere un muro soporte, una capa de aislante anclado o proyectado sobre el soporte y una capa de revestimiento vinculada al edificio mediante una estructura de anclaje, generalmente de aluminio.
Además, se pueden realizar en diferentes tipos de materiales, como cerámica que puede ser terracota y gres porcelánico, el cual es más resistente. También pueden ser de mármol, pizarra, granito; metálicas en aluminio pulido o zinc, o en materiales compuestos como polímeros, plásticos, maderas e incluso de cristal.