Gracias a los elementos anteriores se hace una relación entre la influencia de todo este estudio exterior con el interior de la construcción, todo va a influir: forma, material, color, etc. Y en cada momento existe una relación íntima con quien la habita, según su edad, relaciones familiares, y la edad propia de la construcción. Toda esta atmosfera y referencia van estableciendo el equilibrio o desequilibrio, que existe en cada espacio del hábitat, sea casa habitación, oficina, comercio y en toda dimensión, ya sea un lugar pequeño o una gran plaza.
En el Feng Shui Clásico no existe ningún tipo de amuleto, fuente, espejito, etc., para hacer curas. Para lograr el equilibrio, los monjes tibetanos encontraron que podían re equilibrar la energía por medio de formas, materiales y colores, en tamaños y dimensiones precisas; con esto se logra un equilibrio y se inicia el cambio de energías que se requiere para que este espacio este sano.