El proyecto y construcción fue elaborado por el joven arquitecto, José de Jesús Ibarra Bautista, quien lo define como un lugar campestre que busca que los comensales se sientan como en una extensión de sus casas, con espacios amplios y que desde cualquier punto se puedan visualizar los demás lugares dentro del restaurante.
En general la distribución se divide en tres lugares principales, un salón de mayor tamaño en el cual se destacan los grandes ventanales y una enorme chimenea, que integra todos los elementos, desde la ubicación de las mesas hasta la decoración de esta zona. Otro elemento importante es la terraza que permite a los clientes disfrutar de sus alimentos en contacto con la naturaleza y un jardín, también con mesas y áreas recreativas para la tranquilidad de las familias. Es de destacar la cocina abierta, con la cual el arquitecto buscaba que desde el exterior se viera el trabajo que se realiza en el lugar y detalles como el horno que le hacen vivir la experiencia de la cocina casi como la realizara el mismo comensal.