Lo primero que tenemos que hacer es definir quién es un interiorista y quién un decorador; el primero requiere una formación profesional de estudios específicos y formales, su trabajo incluye el estudio del color, texturas, diseño asistido por ordenador (CAD), dibujo, planificación del espacio, diseño de mobiliario, arquitectura; mientras que el decorador no necesitan una formación específica, tienen como foco principal la estética del lugar, no toma parte en renovaciones o planificación de espacios, ni en la planificación de la distribución o en la estructural y se centran en la apariencia del espacio superficial.