La cocina es el centro de la vivienda, porque a ambos padres les gusta cocinar, por eso, es un espacio abierto hacia el salón, con una isla de concreto que dobla como mesa, y que está forrada en roble, como el resto del espacio que combina estos materiales con vidrio. Las butacas altas son de fierro y lona, simples pero cómodas.
El resto de espacios de la casa están diseñados de acuerdo a las actividades de la familia, el comedor, por ejemplo, cuenta con una mesa circular de roble oscurecido con sillas forradas en cuero rústico y una lámpara colgante con formas orgánicas. Sobre la mesa de roble, un centro rodante de mármol y el famoso pájaro de madera de los Eames.