Marcas que además de evitar el maltrato a animales, proteger ecosistemas y fomentar el reciclado y reúso de materiales, logran destacar frente al abanico de posibilidades y ser muchas veces las elegidas por el consumidor.
La tendencia en realidad tiene años sembrándose; así lo reflejan generaciones como los ya famosos y etiquetados “millennials”, quienes regresan a lo “natural”, el bienestar y a la vida sana. En diversos grupos de enfoque la información se refuerza, ya que coinciden los padres de familia en que son sus hijos quienes más presión hacen en el hogar por el uso y consumo de productos que a su criterio, impactan lo menos posible el medio ambiente.
Las organizaciones conscientes de ésta situación, canalizan a sus áreas de desarrollo e innovación la apuesta de al menos en uno de sus proyectos a la búsqueda de usos diversos a sus denominados “desperdicios”, pero que hoy en día, se convierten en materia prima.