Ambas piezas están hechas de Mycoform, un material que consta de sustrato micelio – una combinación de virutas de madera de desecho, yeso y salvado de avena, junto con Ganoderma lucidum, un hongo que es capaz de digerir estos productos de desecho y convertirlos en un material estructural resistente – rodeados por una piel externa de la celulosa bacteriana. Estos dos elementos se combinan para crear un material compuesto de plástico resistente adecuado para su uso no sólo en muebles, pero también potencialmente en la arquitectura.