La antigua residencia, es además el marco perfecto para esta experiencia, la obra se restauró perfectamente, de acuerdo a las recomendaciones del INAH, se rescató la fachada, muros, habitaciones principales que incluían sala, comedor, los dormitorios, y al fondo la cocina. En la parte trasera, donde se ubicaba el patio principal y granero, se construyó, con materiales vernáculos, una parte moderna. También se conservaron los techos, con sus vigas y la bóveda de medio punto en uno de los cuartos.
“La idea es que la gente se pueda tomar un buen cafecito, con una buena comida, y pueda escuchar música, mientras ve a los artistas realizando su trabajo e interactúe con ellos o se tome fotos, todo en armonía. El fin es que en León se incremente la cultura de la apreciación del arte y el trabajo creativo en general, y la mejor forma de hacerlo es tener espacios donde el público pueda conocer a quienes se dedican a ello”, finaliza comentando Julio Cesar.