La naturaleza juega un papel muy importante, por ello las casas por más pequeñas que fueran, disponían de un jardín interior, cada habitación dentro de la casa tiene vista a dicho espacio. Además, utilizan la palabra shakkei que significa “jardín prestado”, para designar el panorama de árboles y colinas de las inmediaciones que no pertenezca a la propiedad y se puedan ver desde la casa. De hecho, los arquitectos, jardineros y albañiles debían buscar la forma de construir la casa aprovechando al máximo posible el paisaje alrededor, eliminando las vistas menos atractivas.
Incluso en las zonas densamente pobladas debía existir un jardín interior, con el objetivo de tener siempre conciencia de la presencia de la naturaleza y del transcurso de las estaciones del año. Por otra parte, las casas no se construían directamente sobre el suelo, sino hasta una cierta altura, para evitar la humedad y permitir la circulación del aire.