El iglú, a su vez, es protegido de los elementos del exterior con una barrera también realizada en nieve a su alrededor, y que llega a tapar la primera capa de bloques. De esta manera, se logra que esta típica vivienda del Ártico se mantenga lo más cálida posible en su interior. Adentro del iglú, también se construye una especie de plataforma de unos 60 centímetros de altura, también de nieve, esta estructura va a servir como cama. Vale anotar que el aire caliente va siempre para arriba, por lo que cuanta más elevación se logre dentro del iglú, más abrigado se va a estar.
Finalmente, para generar calor dentro del hogar de nieve, se utiliza un quemador de aceite, aunque hay que tener mucho cuidado y estar muy alerta para que la temperatura dentro del iglú no sea demasiado alta, ya que esto podría generar el derretimiento de la estructura y el colapso de ella. Además de la entrada del iglú, hay que realizar un agujero que funcione como ventilación, para dejar entrar el aire fresco para poder respirar bien, además de mantener seco el interior para que no se derrita.