POSADA DEL SOL
25 diciembre, 2023 / Dirección editorial Arkin
Este hotel abandonado está situado en la colonia Doctores, sobre la avenida Niños Héroes en el número 139, en la Ciudad de México. Es un lugar abrumador, glorioso y siniestro… Su historia comienza en 1945. Algunas historias afirman que Fernando Saldaña Galván, su dueño y arquitecto, se suicidó colgándose en el patio. Su estilo art nouveau y art déco en sus estructuras; espectaculares esculturas como la fuente de una mujer mirando al universo, creada por Rómulo Rozo; un hermoso mural de Roberto Cueva del Río; así como los radiantes jardines que rodean los edificios que se encuentran en el terreno, hicieron del Hotel Posada del Sol un lugar fuera de lo convencional en su momento.
La Posada se mantuvo abierta al público sólo 8 meses. Hay varias teorías que explican el porqué de la vida tan corta de este hotel. Entre ellas está la versión que afirma que los problemas se debieron a las deudas contraídas para terminar esta obra, las cuales el arquitecto no pudo hacerles frente.
Después, en los años 60 una niña pequeña se perdió del jardín de niños de los empleados, cuando era sede del IDECO; y no fue hasta después de varias horas de investigación, que su cadáver fue encontrado en la habitación 103. A raíz de esta situación se dice que el espíritu de esta niña deambula y sorprende a los visitantes. Por esa razón, ahí se puede ver cómo está puesto el vestido de niña colgado sobre una mesa con todo tipo de regalos: dulces, juguetes, fotografías gastadas, flores y velas.
En otra habitación hay un altar bloqueado desde adentro por una gran cantidad de escombros. Este altar contiene cabezas de muñecas antiguas. En la parte trasera de la pared que separa esta segunda habitación del altar de la niña, hay un pequeño nicho que parece una tumba. Hay un dibujo de una cruz en la pared y una cruz de madera que decora la tumba. -También se dice que hay huesos humanos dentro de este edificio. De hecho, hay personas que creen que los sacrificios humanos fueron rituales que se realizaron ahí. O también podría ser una prueba de algo más oscuro: ejecuciones frecuentes durante demostraciones de estudiantes en los años 70.
Como sea, todos los escombros, salones vacíos con gran eco, sótanos oscuros, ventanales enlamados, paredes empolvadas y un terrorífico jardín, hacen de la Posada del Sol un magnífico recinto para alimentar el terror que vive en nosotros.