Mientras se recorren los suburbios de São Paulo, Brasil, podremos encontrar una particular casa que a primera instancia se podría asumir que sigue en proceso de construcción, sin embargo, lo que se esconde tras una entrada oculta detrás de un mural de cerámica es prueba de que a veces menos, es más. El estudio Terra e Tuma, ha llevado a cabo un innovador proyecto en São Paulo: la Casa Maracaná. Diseñada como vivienda y experiencia artística, desafía los cánones convencionales de lo que conlleva construir una casa y redefine la interacción entre el espacio interior y exterior.

© Pedro Kok

Las puertas de vidrio amplias se abren desde la sala de estar hacia el jardín del patio, mientras que en la parte delantera de la casa, se encuentra un segundo patio hundido junto a una ventana alta que se extiende hasta el techo. El acceso a la casa transcurre desde un espacio vacío que ofrece una vista de la sala de estar, llegando finalmente a la zona que define las funciones: las áreas sociales abajo y las íntimas arriba. La casa se percibe como una infraestructura dinámica y el color del pavimento se une a toda la estructura de la casa, creando una sucesión de perspectivas.

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La casa presenta un toque industrial distintivo al exponer una paleta completa de materiales sin ningún acabado encima de ellos, desde bloques de ladrillo hasta tuberías eléctricas y lámparas industriales. Incluso los tanques de acero inoxidable, comúnmente ocultos, se presen – tan a la vista, contribuyendo a la autenticidad y la simplicidad de la residencia. Situada en un terreno escalonado de tres pisos, la Casa Maracaná desafía la verticalidad convencional y propone una nueva experiencia espacial. Su diseño prioriza la habitabilidad y la integración con el entorno, utilizando materiales sin acabados para destacar la esencia misma de la arquitectura.

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La arquitectura disruptiva de la Casa Maracaná ha transformado la calle y también ha desafiado las divisiones territoriales tradicionales. A través de la ocupación total del terreno, la casa se fusiona con su entorno, compartiendo límites y convirtiéndose en un punto focal en el paisaje suburbano. Vivir en la Casa Maracaná implica sumergirse en una experiencia única, explorando los espacios diversos y experimentando perspectivas cambiantes. El diseño cuidadoso permite a los residentes conectarse con la ciudad en constante evolución, contemplando los detalles arquitectónicos y las transformaciones del entorno a medida que el sol se pone en el horizonte de São Paulo.

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