Es uno de los castillos embrujados y tenebrosos es el de Moosham, que está situado en Unterberger, en la zona de Salzburgo. Además, cuenta la leyenda que allí vivió el hombre lobo.

Este castillo se construyó en lo que se piensa que fue un asentamiento romano, de hecho, hay documentación que acredita la existencia del castillo de Moosham a finales del siglo XII, siendo ocupado como residencia arzobispal a partir del siglo XIII, como parte de los dominios del importante Arzobispado de Salzburgo. Aquí fue también sede religiosa y se llevaron a cabo numerosos juicios relacionados con la Inquisición. Tiene una altura de 1.079 metros (3.540 pies). Durante la Edad Media en los siglos XVI a XVIII este espacio fue el escenario donde decenas de personas que fueron torturadas bajo la acusación de brujería. Así, supuestas brujas y hechiceros vivieron grandes tormentos dentro de sus muros. Dicen las leyendas que sus almas siguen allí, vagando por sus salas.

A principios del siglo XIX, comenzaron a aparecer restos de cadáveres de ciervos y diferentes animales en los caseríos cercanos al señorío. En ese momento comienza a desarrollarse la posibilidad de que todo se deba a los hombres lobo. Actualmente, es un museo dedicado a los instrumentos de tortura de la época de las brujas. Se dice que muchas de esas desgraciadas aún vagan por sus pasillos, por eso se lo conoce como «el castillo de las brujas». En el interior, también se puede apreciar cómo fue la vida en este castillo durante los varios cientos de años en los que fue un espacio habitable.