En Stockley Close, al oeste de Londres, Charge diseña y fabrica sus autos únicos en una sola instalación. A l igual que un restaurante de cocina abierta, todo está en exhibición para el personal y los clientes.

El estudio británico Most Architecture ha convertido un cobertizo industrial en el oeste de Londres transformando una sala de exposición y producción en blanco y negro para la start-up de automóviles eléctricos Charge Cars.

La idea ha sido crear un entorno que permite el acceso inmediato a ver todos los aspectos del proceso, desde el diseño hasta la producción. La fábrica, y sus contenidos, son a la vez un centro de diseño y fabricación ágil, una sala de exposición para clientes y una declaración de diseño.

Creada para fabricar el primer vehículo de Charge Cars, el ’67, una versión totalmente eléctrica del Ford Mustang Fastback de la década de 1960 construido con componentes de la marca de vehículos eléctricos Arrival, la instalación también actúa como oficina y sala de exposición.

La instalación en Stockley Close, al oeste de Londres, fue diseñada en torno a la idea de promover una conexión entre los clientes de Charge Cars y los ingenieros que construyen y personalizan los automóviles.

En su centro hay un gran taller abierto donde se construyen y personalizan los automóviles, que incluye varias oficinas y espacios de reunión. Todo eso tenía ofrecerse dentro de un volumen arquitectónico, por lo que el desafío principal fue facilitar todas estas actividades de manera simultánea.

A diferencia de la mayoría de las fábricas de automóviles, la instalación de Charge Cars fue diseñada para que sus clientes puedan visitar en cualquier momento para observar cómo se diseña y ensambla el vehículo.