Copiada hasta la saciedad, la silla Louis Ghost fue concebida por el arquitecto francés Philippe Starck para Kartell en 2002. El diseño, que inyecta policarbonato en un único molde, es una versión moderna y transparente del clásico sillón tapizado estilo Luis XVI. Se puede usar tanto en interior como en exterior, es apilable y está disponible en varios colores.

Es una cómoda butaca de policarbonato transparente y en varios colores con una línea Luis XV: el barroco por excelencia reinterpretado para sorprender, emocionar y fascinar.

Louis Ghost es el ejemplo más atrevido de inyección de policarbonato en un sólo molde. A pesar de ofrecer una imagen etérea y cristalina, es estable y resistente, a prueba de golpes y agentes atmosféricos, y se pueden apilar hasta 6 unidades.

Un producto con un fuerte carisma y un notable atractivo estético que se adapta con elegancia e ironía a cualquier contexto, tanto en espacios residenciales como en espacios de oficinas.

 © Del Río Bani

Cuando se introdujo por primera vez como mobiliario, fue admirado por su durabilidad y calidad prismática, sin mencionar que podía moldearse en prácticamente cualquier forma. Así, vemos como los acrílicos permitieron a los diseñadores desafiar las formas y crear interpretaciones neoclásicas.

La atracción duradera del acrílico es su elegancia, simplicidad y la sensación futurista del material. Actualmente vuelve la tendencia y si te gustó puedes encontrar copias en Mercado Libre, y en Amazon fácilmente.

Al norte del emblemático Parque Güell, diseñado por el hijo pródigo de Catalunya, el arquitecto Antonio Gaudí, se localiza la denominada Casa Collumpio. Este inmueble construido en el Barrio del Coll, ha sido diseñado por la firma local MACH, estableciendo una lógica estética y estructural acorde al estilo internacional conocido como High-Tech, promovido principalmente entre las décadas de los años 60’s y 80’s.

Y aunque es prácticamente imposible no asociar la imagen de esta casa con la que el arquitecto británico Richard Rogers habría diseñado para sus padres hacia el año de 1967 en una zona residencial de Wimbledon, Inglaterra, esta casa aporta sus propias condiciones para resolver situaciones estructurales, así como para beneficiarse de la proximidad con el espacio público mencionado.

Si bien se ha retomado el uso de un marco de acero a partir de perfiles prefabricados pintados en un llamativo color amarillo, se incluyen diagonales que compensan los esfuerzos que la propia estructura pudiese estar experimentando, debido principalmente al cambio de temperatura.

Por su parte, esta casa entre medianeras se erige en un contexto de casas construidas a principios de siglo XX en lotes con un tamaño compacto, por lo cual se deriva una presencia contrastante con la imagen predominante de las viviendas de la zona.