El arquitecto danés está colaborando con la startup Icon (la encargada de las impresiones en 3D) y con la propietaria de hoteles Liz Lambert. Estará ubicado en Marfa, Texas. Llevará la firma de Bjarke Ingels Group (BIG) y abrirá sus puertas en 2024.

La firma danesa Bjarke Ingels Group (BIG) serán pioneros en construir el primer hotel con impresoras 3D, que abrirá sus puertas en 2024. Se ubicará en Marfa (Texas), en un terreno de 25 hectáreas y lo hace en colaboración con la propietaria de hoteles Liz Lambert. Con este nuevo proyecto, el icónico hotel El Cósmico se traslada, cambia de imagen y se amplía. La nueva estructura tendrá unidades abovedadas para los huéspedes, una piscina infinita circular, un spa al aire libre, una cocina exterior e instalaciones comunes dedicados al arte y la creación. Además de las habitaciones como tal, el alojamiento también incluirá otra parte con residencias vacacionales privadas de dos, tres y cuatro dormitorios La empresa que se dedicará a las impresiones en 3D es Icon, una startup estadounidense que se ha convertido en uno de los nombres más importantes en cuanto a tecnología avanzada. Y es que este tipo de material se construye en mucho menos tiempo, genera menos residuos y es un 350% más resistente que los tradicionales.

En cuanto a la distribución, Bjarke Ingels la ha diseñado en consonancia con la peculiar naturaleza de la marca hotelera Lambert. Cada habitación contará con una claraboya en el techo curvo y así permitirá a los huéspedes disfrutar del cielo estrellado. Además, todo el edificio tendrá vistas a las montañas Davis. En el alojamiento también se incluirá una serie de residencias privadas que se podrán alquilar como viviendas vacacionales. Los proyectos impresos en 3D eliminan el típico proceso arquitectónico de diseños modelados digitalmente y también reducen los residuos in situ. Icon afirma que sus estructuras impresas en 3D son más eficientes energéticamente que las casas construidas de forma tradicional. El hormigón tiene una gran masa térmica, por lo que requiere menos calefacción y refrigeración para estabilizar las temperaturas en el interior. Además, seguirá el concepto de ‘hospitalidad nómada’, un lugar en el que la naturaleza y la convivencia centran el tiempo de descanso en el desierto.