Los sistemas de información geográfica (SIG) ya son parte de la ciencia de la geo información, un tema relativamente nuevo, con una historia corta de 25 años.

En el pasado se pensaba que solo eran parte del impulso tecnológico para buscar aplicaciones en favor de los poderosos y como forma de control. Al principio fue así, unos de los pioneros en desarrollar aplicaciones fue el gobierno canadiense creando un escáner de mapas, esto impulso los SIG detrás de la motivación de poder ubicar y mapear yacimientos de petróleo. El fin era generar y manejar data espacial.

La gran diferencia es que con estos sistemas los planos que representaban el planeta de forma plana se han remplazado por los que consideran la curvatura de la tierra usando diferentes proyecciones y ubicaciones exactas en X y Y, pudiendo agregar una tercera variable Z (elevación). La exactitud de esta nueva forma de generar data espacial también se debe al gran avance tecnológico en satélites y el uso de sensores remotos. Estos satélites que están fijos o rotando alrededor de la tierra generan una gran cantidad de imágenes a determinadas alturas (resoluciones) que se traducen en rasters o vectores (o sea pixeles o vectores en forma de punto, líneas o polígonos).

La utilidad de esta data espacial es su uso para resolver problemas en áreas como el planeamiento urbano, la agricultura, la biología, el medio ambiente, la gestión hidrológica, etc. En este siglo 21 los SIG van más allá al concretar la visión de Al Gore, la observación de la tierra, que puede interpretarse como la creación de lo que hoy llamamos un Sistema de Infraestructura de Datos (SID). El fin es ordenar, categorizar y etiquetar los datos espaciales existentes para su intercambio.

Esto se ha logrado gracias a la aparición del internet, el sistema de posicionamiento global (GPS) y de la digitalización con grandes avances en los 90’s, y se refiere a la creación de Portales de acceso a SID donde se almacenan datos y metadatos espaciales. El fin es ordenar, categorizar y etiquetar los datos espaciales existentes para su intercambio/operabilidad, y así servir a la ciencia y las agencias gubernamentales u organizaciones para el estudio, análisis de problemas, toma de decisiones y monitoreo de fenómenos.

SIG es un tema complicado y hasta aburrido, pero seguro urbanistas y geógrafos urbanos familiarizados con estos sistemas y sus softwares, (ArcGIS Pro y ArcMap) echan mano diariamente de estos datos abiertos (ESRIS ofrece muchos) para generar sus propios análisis en tiempo real.

Actualmente, en tiempos de incertidumbre ambiental y escases de recursos global, necesitamos más expertos en el área capaces de analizar y modelar escenarios futuros para así prevenir catástrofes, proteger y conservar la biósfera y resolver problemas incluso sociales como la pobreza extrema. Invito a todos los jóvenes urbanistas y responsables de la toma de decisiones urbanas y ambientales a educarse e informarse sobre el uso de estas tecnologías.