Hemos seleccionado seis lámparas más icónicas que marcaron un hit en la segunda mitad del siglo XX. Hoy las conmemoramos por su estética, funcionalidad y les rendimos tributo por su excelente diseño.

1.- Empezamos con la que probablemente sea la lámpara más reconocible del mundo, la lámpara Arco. Diseñada por los hermanos Achille y Pier Giacomo Castiglioni para la firma Flos en el año 1962, esta lámpara metálica de estructura curvada y base de mármol de Carrara se convirtió en uno de los grandes iconos del diseño industrial italiano.

2.- El segundo lugar, la lámpara Disa, también conocida como lámpara Corderch. Surgida de la mente del arquitecto y diseñador barcelonés José Antonio Corderch en el año 1957. Esta lámpara con forma de calabaza elaborada con finas láminas de madera fue diseñada según las propias palabras del diseñador como “un sol al que se puede mirar debido a que sus rayos han sido amortiguados”

3.- Aquí, uno de los diseños más conocidos de Poul Henningsen, el arquitecto de la luz. La lámpara Artichoke fue diseñada el año 1958 inspirándose en la forma de la alcachofa para la firma Louis Poulsen. Formada por 72 láminas que desvían y redireccionan la luz, esta lámpara se convirtió en un icono del diseño escandinavo.

4.- También de la fértil mente de Poul Henningsen (más conocido en su país natal, Dinamarca, como PH) nació en el año 1931 la lámpara PH5, una de las siluetas más reconocidas del diseño danés (enlace Poul Henningsen). Esta lámpara de aluminio laminado conserva su espíritu innovador casi 100 años después de su diseño.

5.- La lámpara del diseñador español, Miguel Milá. La lámpara Cesta, creada en 1964 por el diseñador catalán, está compuesta por una estructura de madera hecha a mano que contiene un globo de luz oval. Esta lámpara por su estructura puede utilizarse indistinta[1]mente como lampara de pie o de sobremesa.

6.- Pero sin duda la pieza más conocida de Miguel Milá es la lámpara TMC. Diseñada en el año 1961 para la firma de mobiliario Santa&- Cole, esta lámpara incorporaba un mecanismo que permitía regular la altura de la pantalla, convirtiéndola en una pieza de diseño de culto y una de las obras más