OFICINA CUEVA
8 agosto, 2024 / Dirección Editorial Arkin
Cueva Oficina un espacio orgánico en el corazón de la Ciudad de México
La arquitectura orgánica ha encontrado un nuevo hogar en Santa Fe, Ciudad de México, con las innovadoras oficinas cueva del despacho de Javier Senosiain.
Este proyecto es un testimonio de cómo los espacios corporativos pueden acercarse a lo natural, fusionando el diseño moderno con elementos que evocan la naturaleza.
A primera vista, el espacio podría confundirse con una cueva, pero alberga todas las comodidades modernas de un entorno corporativo con escritorios que parecen surgir de las mismas curvas de las paredes y ventanas que permiten la entrada de luz natural.
© Francisco Llubert
Javier Senosiain fusiona naturaleza y modernidad
El origen de este proyecto surgió en una servilleta donde Javier Senosiain delineó la idea y confío en la arquitecta Julieta Badillo para la realización de la obra.
El proyecto enfrentó varios desafíos, siendo el principal el uso de la madera como material predominante. Badillo se sumergió en un proceso de aprendizaje al colaborar estrechamente con carpinteros para entender sus propiedades, resistencias y técnicas necesarias.
Se diseñaron y ensamblaron 2,842 piezas que forman el esqueleto de la estructura, similares a las vértebras de un animal.
Arquitectura orgánica
Este armazón, independiente de las paredes y el techo del edificio, proporciona una estabilidad sorprendente, siendo ligero y flexible, cualidades beneficiosas en una zona sísmica como la Ciudad de México.
El mobiliario se diseñó utilizando el mismo sistema de construcción, logrando que los escritorios y otros elementos parezcan tallados en la propia cueva, siendo posteriormente cubiertos con piel de ternera y chapa de raíz, aumentando su resistencia y comodidad sin perder la estética natural.
Un refugio natural para el trabajo creativo
El revestimiento interior fue uno de los procesos más complejos, utilizando triplay de tres milímetros por su capacidad de curvarse, cubierto para dar una apariencia rocosa.
Este minucioso trabajo, que tomó dos años en completarse, aporta una textura única. El resultado es un espacio de 192 metros cuadrados que engaña al espectador con su apariencia de caverna natural, mientras ofrece todas las facilidades de una oficina moderna.
Retos y soluciones
Los sistemas y puertas están ocultos tras la madera, y la iluminación cuidadosamente diseñada realza la textura y calidez del lugar.
Además, la estructura proporciona un entorno acogedor que mejora la experiencia laboral de los colaboradores, quienes disfrutan de un espacio único que conecta con la naturaleza, promueve la creatividad y brinda un ambiente armónico.
© Francisco Llubert
Un espacio que promueve el bienestar y la conexión con la naturaleza
Las oficinas cueva de Javier Senosiain fungen como reflexión sobre cómo los espacios pueden influir en el bienestar de las personas.
Tiene un diseño que remite a las formas naturales y a los refugios ancestrales, Senosiain logra una reconciliación entre el ser humano y su entorno, demostrando que la arquitectura puede ser un puente hacia nuestras raíces más profundas.