El Templo de Ranakpur una joya escondida

El Templo de Ranakpur, ubicado entre Jodhpur y Udaipur en un valle al oeste de la cordillera Aravalli, es una de las joyas escondidas de Rajastán.

Aunque llegar a este templo requiere un desvío en el trayecto entre estas dos ciudades famosas, la visita es una parada imprescindible para cualquier viajero en India.

Principalmente conocido por su impresionante templo jainista, Ranakpur destaca por su construcción completamente en mármol, siendo uno de los templos más espectaculares de India.

Arquitectura en mármol

La única manera de acceder es por carretera, ya sea en coche o en autobús, ya que no hay tren ni avión que llegue directamente a este lugar.

La historia del Templo Jain de Ranakpur se remonta al siglo XV, cuando un rico comerciante jainista llamado Dharma Shah, quien inspirado por una visión celestial, decidió construir un templo en honor a Adinath, el fundador de la religión Jain.

Un espectáculo de belleza y devoción jainista

Con el apoyo del monarca Rajput Rana Kumbha, quien no solo le proporcionó el terreno, también le aconsejó construir una ciudad cerca del sitio, la construcción del templo y la ciudad de Ranakpur comenzaron simultáneamente.

Un viaje a través del tiempo

La construcción del templo duró aproximadamente 50 años, comenzando en 1389 y finalizando en 1436, aunque se siguieron añadiendo mejoras y más complejos al recinto posteriormente.

El templo está dividido en 29 salas con una planta en forma de cruz, sostenido por exactamente 1,444 columnas de mármol, cada una minuciosamente esculpida y coronada con hermosos capiteles, demostrando la extraordinaria habilidad de los artesanos de Rajastán de esa época.

Un laberinto de columnas

La singularidad del templo radica en que no hay dos columnas iguales, y cada pilar es único en su diseño. Además de las columnas, el templo está adornado con preciosas figuras esculpidas en mármol, incluyendo las típicas diosas danzantes, serpientes y elefantes, distribuidas por toda la extensión del templo.

Las fachadas también están ricamente decoradas, impresionando a todos sus visitantes.

La entrada al templo puede realizarse desde cualquiera de los cuatro puntos cardinales, llevando al visitante a través de las múltiples columnas hasta la cámara central donde se encuentra la divinidad a la que está dedicado el templo.

Un santuario de arte y espiritualidad

Al adentrarse en el lugar, uno se siente inundado por el mármol, entrando en un mundo blanquecino donde la luz y las sombras resaltan la pureza y la belleza del mármol que moldea este santuario.

El Templo de Ranakpur no solo es un testimonio de la devoción y el arte jainista, también es una demostración de la increíble maestría en la construcción de los artesanos de Rajastán.

Visitar este templo es adentrarse en un viaje espiritual y estético que deja una impresión duradera en todos sus visitantes.

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