Es un antiguo monasterio medieval que captura a la perfección el romance y la esencia de Florencia, entremezclando lujo moderno con encanto renacentista y arte.

Hay viajeros que prefieren sus viajes con cierta dosis de historia y para eso, no hay nada como hospedarse en antiguos conventos convertidos en hoteles de lujo, porque tampoco nos despedimos de las comodidades, y Belmond Villa San Michele es una gran opción si viajas a Florencia.

Villa San Michele está ubicada en las colinas de Fiesole, un antiguo monasterio medieval que captura el romance de Florencia con toda su esencia renacentista mientras se mezcla con la belleza etérea de la región y el lujo moderno. –Desde la fachada se puede apreciar esta esencia, la cual es atribuida a Miguel Ángel y el lugar está rodeado de impresionantes árboles y jardines; al estar en un terreno alto se puede disfrutar de una vista magnífica de Florencia.

El hotel tiene como meta que en cada uno de los cuartos sientas lo que es estar rodeado de lujos, desde telas de colores cálidos y muebles hechos a medida que hacen eco en la abundante historia del edificio.

La mayoría de las habitaciones cuentan con terrazas e incluso jardines privados, desde donde puedes deleitarte con el aroma de las flores y encantarte con las extraordinarias vistas, el césped o la propia Florencia.

El arte también está presente sin tener que salir del hotel. Hay pintura, escultura en sus instalaciones, para que disfrutes durante tu estadía.

El hotel tiene una instalación para esta temporada de verano – otoño, la colección de tres piezas “Teenager & Teenager” es una provocativa instalación de Sun Yuan y Peng Yu de Beijing. Ahí, las grandes rocas en la parte superior de sus cabezas representan la carga que puede ser la tecnología. Siendo una conexión, pero también motivo de aislamiento. La idea es enviar un mensaje de la naturaleza humana hoy en día para buscar ir más allá experimentando la belleza del medio ambiente y las relaciones que nos rodean.

Este es el segundo año consecutivo en que el hotel monta una instalación de arte contemporánea, hablando así de su compromiso con todo lo relacionado con la labor de crear.