AGRIHOOD
23 enero, 2024 / Arq. Américo Vega
Añoramos un estilo de vida saludable ya que poco a poco hemos entendido que estamos dañando al planeta; por lo tanto, estamos quienes reciclamos la basura en cinco categorías diferentes y los que si acaso sólo la dividimos en orgánica e inorgánica. Algunos tratamos de comprar huevo de granja y otros incluso tenemos nuestras propias gallinas. Y por supuesto, habemos otros para los que la vida ecológica es sólo un concepto ajeno o una meta lejana.
La verdad es que ser ecológicos a veces no es tan fácil y es por eso que el concepto del “agrihood” resulta atractivo para una persona moderna. Un agrihood es una comunidad construida con una granja como enfoque grupal. Lo que lo vuelve interesante es que presenta la oportunidad de tener una vida autosustentable, pero con la ayuda de gente que tiene el mismo propósito. No eres tú sólo echándole ganas; tus vecinos también están comprometidos a tener una mejor calidad de vida. Una donde se obtengan los alimentos más frescos a través de un ecosistema consciente. Una vida donde se valore el agua y a los seres vivos que dependemos de ella.
© Miralon Palm Springs
Es una pena ver cómo cada día surge un nuevo fraccionamiento donde no se toma en cuenta la ecología y el bienestar de la gente, sino que al contrario, la daña. Hay que trabajar por hacer saber a los grandes desarrolladores e inversores que un agrihood no es una mala idea como negocio: incluir espacios de producción de alimentos es más barato que otras amenidades, como campos de golf y viñedos; se ha demostrado hasta el 30% de incremento en el valor de la propiedad al contar con grandes espacios naturales, el número de centros de distribución de comida local y contacto entre granjeros y consumidores creció un 770% del año 2000 al 2016, y sin mencionar que la venta de comida orgánica ha arrasado el mercado desde hace una década. Estamos hablando de propiciar una economía circular justa; que se preocupe por todos sus integrantes al proveer trabajos, educación, y espacios limpios en donde crecer.
Los agrihoods no son un tema nuevo, finalmente se trata de vivir amando a la Naturaleza como antes lo hacíamos. Es regresar a lo que ya sabíamos que nos hace bien, pero con mejores herramientas y tecnología. Existen asociaciones como Urban Land Instiute en Estados Unidos, que proveen bastante información para ayudar a los desarrolladores y asociados a planear, crear y operar este tipo de proyectos. En el Bajío contamos con el expertise de Luc Monzies, quien lleva años dedicándose al diseño con la Tierra, y de quien he sido atento estudiante en temas de paisajismo.
Este año se está formando “The Agrihood Colaborative”, con personas talentosas en diferentes disciplinas, en donde buscamos propiedades que los dueños estén interesados en crear un plan de negocio con esta filosofía, ayudándo – les a conseguir inversionistas y al mismo tiempo, ayudan – do a los inversionistas a conseguir proyectos sustentables.
Me parece que hemos tenido una impresión confusa acerca de lo que es vivir ecológicamente porque podemos llegar a creer que es una cuestión hippie. Habría que verlo desde una perspectiva donde tener un interés por la naturaleza connote cultura, inteligencia y armonía. Aunque no lleguemos a vivir en un agrihood como tal, el saber que existen puede influenciar en el tipo de propiedad que compremos, construyamos, o que instemos a otra gente a desarrollar. Hemos de valorar nuestras decisiones en base al bien común, y eso demuestra lo más importante de todo: el amor. El amor a uno mismo y por lo tanto a todo lo demás.