Esta historia comienza hace más de 3 mil años, pero no nos vayamos tan lejos y comencemos nuestro relato en el siglo XVI en la región del Golfo Pérsico, cuando los imperios coloniales europeos se expandían por medio de fuerzas portuguesas, inglesas y holandesas.

Los portugueses mantuvieron su influencia sobre asentamientos costeros y construyeron fuertes posteriores a sangrientas batallas por comunidades principalmente en la costa oriental en Mascate, Sohar y Khor Fakkan. A principios del siglo XIX, con el fin de proteger algunas de sus rutas marítimas hacia el Índico, Gran Bretaña libró campañas contra Ras al Jaima, uno de los actuales Emiratos Árabes, hasta que por fin en 1920 firmaron junto con varios gobernantes locales una tregua marítima que dio origen al término Estados Truciales, y que dio paso a definir el estatus de los emiratos costeros; posteriormente en 1843 se firmó un nuevo tratado y posteriormente en 1853 se acordó la Tregua Marítima Perpetua.

  © Luke-Hayes

A esto se añadieron algunos acuerdos exclusivos en 1892 y esto convirtió a los Estados de la tregua en un protectorado británico. Ya durante el siglo XX en 1971 se independizan Baréin y Catar y expirando el tratado con Gran Bretaña en diciembre del mismo año, Abu Dhabi, Ajman, Dubái, Fujairah, Sharjah y Umm Al Quwain y un mes después Ras al-Jaima acuerdan formar lo que hoy conocemos como los Emiratos Árabes Unidos. Cada estado es regido por un emir con poderes específicos y el gobierno central lo forma el consejo supremo, formado por los siete emires. A partir de ese momento, los Emiratos comenzaron a transformarse drásticamente, pasando de ser una región bastante empobrecida a ser actualmente uno de los países más ricos del mundo, con uno de los ingresos per cápita más altos, y gran parte de esta riqueza proviene de la explotación del gas natural y del petróleo.

En cuanto a infraestructura es muy notable lo que han logrado y han estado desarrollando durante los últimos años que va desde altísimos rascacielos, grandes y llamativos museos, hasta islas artificiales y nuevas ciudades en medio del desierto. Grandes despachos de arquitectura han dejado su legado en esta parte del mundo, entre ellos Jean Nouvel, Norman Foster, David Adjaye y por supuesto, Zaha Hadid, quien tiene al menos 5 proyectos terminados o en construcción, entre ellos, Beeah Headquarters, en Sharjah, proyecto que acaba de recibir el International Architectural Award 2023.

A partir de ese momento, los Emiratos comenzaron a transformarse drásticamente, pasando de ser una región bastante empobrecida a ser actualmente uno de los países más ricos del mundo, con uno de los ingresos per cápita más altos, y gran parte de esta riqueza proviene de la explotación del gas natural y del petróleo. En cuanto a infraestructura es muy notable lo que han logrado y han estado desarrollando durante los últimos años que va desde altísimos rascacielos, grandes y llamativos museos, hasta islas artificiales y nuevas ciudades en medio del desierto.

Grandes despachos de arquitectura han dejado su legado en esta parte del mundo, entre ellos Jean Nouvel, Norman Foster, David Adjaye y por supuesto, Zaha Hadid, quien tiene al menos 5 proyectos terminados o en construcción, entre ellos, Beeah Headquarters, en Sharjah, proyecto que acaba de recibir el International Architectural Award 2023.

En la arquitectura de Zaha Hadid, de la cual algo ya conocemos, predomina la línea curva sobre la recta y no solo en silueta, sino en muchas de sus superficies, con lo cual logra en este proyecto una reinterpretación de las dunas del Desierto Al Sajaa que lo rodea. El edificio se alimenta de energía solar almacenada en baterías Tesla y cuenta con certificación LEED Platino, marcando un precedente para futuros espacios para oficinas. La piel del inmueble se compone de paneles de concreto reforzado con fibra de vidrio para lograr regular la temperatura interior, y la exposición hacia el exterior por medio de ventanas es reducida y bien cuidada para reducir la incidencia solar.

Un patio central entre los dos cuerpos principales ayuda a proveer de ventilación natural a los altos vestíbulos interiores. Estos llevan sin duda la firma del despacho marcada no solo en la arquitectura, sino también en elementos como la iluminación, el mobiliario y la señalética. Pese a que mucho fue criticada en vida debido a las fatalidades que se presentaron durante la construcción del estadio de Catar, es innegable la gran capacidad de diseño y resolución de espacios y materialidad que el despacho, ahora de la mano de Patrik Schumacher logra en cada proyecto, y aunque son presa de un gran formalismo, no dejan de lado temas como la funcionalidad, el adecuado uso de energías y la innovación en conceptos, ideas y adaptabilidad al entorno.