CASA EN EL ACANTILADO
21 enero, 2024 / Dirección editorial Arkin
Para este proyecto, GilBartolome Architects apostó por la mano de obra de profesionales locales cuando, en el 2015, se propuso ejecutar al borde de un acantilado en Granada, España, una bóveda que debía cubrir 14 metros y medio de distancia sin contar con apoyos intermedios, y con una cúpula que parecía haber salido de los sueños de Gaudí.
El encargo consistió en insertar una vivienda que pudiera acoger reuniones multitudinarias en una parcela imposible con una pendiente de 42º en la costa. Los arquitectos resolvieron el proyecto a partir de un techo. Un elemento de hormigón para proteger el espacio dividido en plataformas que minimizan la excavación y facilitan las circulaciones. Una losa que se ondula de un modo orgánico para cubrir toda la distancia entre los muros perimetrales y sin requerir ayuda intermedia. Y por supuesto hacer un guiño a Gaudí —como precursor del diseño paramétrico— y a las estructuras que trabajaba desde las maquetas de cuerdas y yeso, que ahora se calculan con un software específico.
Cuenta con tres niveles. Aquí, la privacidad aumenta progresivamente al llegar a los dormitorios que se sitúan en la planta de arriba como final del recorrido. Tiene un esquema escalonado que le da versatilidad posibilitándole la relación con la terraza exterior y la zona de vistas. Las formas sinuosas del techo favorecen la lectura del interior como un pequeño auditorio. La enorme inclinación se convierte de pronto en la mejor aliada de la propuesta.
© Jesús Granada
La obra se planeó como un trayecto de ida y vuelta entre la frialdad del modelo digital y la labor del oficio en el taller. La cubierta se revistió con una piel de escamas de zinc colocadas a mano una por una. Por dentro, el caparazón de hormigón se enluce de yeso, como si le fueran a estampar unos frescos. El mobiliario se moldeó con un ordenador y se fabricó a medida con fibra de vidrio y poliéster. La tarea artesanal consistió en realzar la expresividad de los materiales sin renunciar a la ambición de un diseño paramétrico.
La imagen de arquitectura modernista hoy sólo puede entenderse desde el anacronismo, los conceptos que empleaba Gaudí aún pueden tener futuro.