Una lucha feminista anónima en búsqueda de igualdad en el mundo del arte

Desde 1985, las calles de Nueva York se convirtieron en el lienzo de una protesta silenciosa, pero estridente, una que denunciaba la marginación sistemática de las artistas mujeres en el mundo del arte.

Este grupo de mujeres anónimas, conocidas como las Guerrilla Girls, han estado en la vanguardia de la lucha por la igualdad de género en el arte, usando el humor y la ironía como herramientas para sacudir los cimientos de una industria dominada por los hombres y el dinero.

Guerrilla Girls la voz anónima del feminismo en el arte

Su nacimiento fue una respuesta directa a una exposición en el MoMA, que presentaba a “los artistas más importantes del momento” sin incluir a ninguna mujer. Adoptando máscaras de simios, las Guerrilla Girls se propusieron representar a un género entero.

Este grupo siempre ha utilizado el arte de la sátira para exponer las verdades incómodas del mundo del arte, desde la desigualdad de género hasta el sesgo étnico y la corrupción.

Protesta silenciosa, el nacimiento de un movimiento

A través de carteles que combinan titulares disruptivos, visuales impactantes y estadísticas reveladoras, han logrado no solo provocar indignación, sino también inspirar al cambio. Un ejemplo perfecto es el cartel “¿Las mujeres todavía tienen que estar desnudas para entrar en el museo MET?”.

Más allá del humor desafiando la discriminación en el arte

Más que un grupo de activismo artístico, las Guerrilla Girls encarnan un movimiento feminista que lucha por la igualdad de oportunidades y el fin de la discriminación por género, defendiendo los derechos humanos para todas las personas.

Su trabajo ha trascendido las calles para intervenir en museos de arte y eventos culturales en todo el mundo, criticando abiertamente las prácticas discriminatorias y promoviendo un feminismo interseccional.

Legado duradero inspirando la lucha por la igualdad

Con exposiciones retrospectivas y proyectos que han atraído a miles, las Guerrilla Girls no solo han dejado una marca indeleble en el arte contemporáneo, sino que también han inspirado a generaciones a cuestionar y desafiar las narrativas dominantes.

Aun después del paso del tiempo, siguen siendo un recordatorio poderoso de que la lucha por la igualdad en el arte y en todos los aspectos de la vida es continua.

El lema de la persistencia feminista

Su lema resuena con la urgencia de la acción: “Haz una cosa. Si funciona, haz otra. Si no, haz otra de todos modos. ¡Sigue picando piedra!”. En la obra “Las ventajas de ser una mujer artista” reflejan de forma irónica y dolorosa la situación de muchas mujeres artistas.

• Trabajar sin la presión del éxito.
• No tener que estar en exposiciones con hombres.
• Tener un escape del mundo del arte en tus 4 trabajos free-lance.
• Saber que tu carrera podría retomarse después de cumplir ochenta.
• Tener la seguridad de que cualquier tipo de arte que hagas será etiquetado como femenino.
• No quedar atrapada en un puesto de profesora titular.
• Ver tus ideas vivir en las obras de otros.
• Tener la oportunidad de elegir entre una carrera y la maternidad.
• No tener que ahogarte con esos grandes puros o pintar con trajes italianos.
• Tener más tiempo para trabajar después de que tu pareja te deje por alguien más joven.
• Ser incluida en versiones revisadas de la historia del arte.
• No tener que pasar la vergüenza de ser llamado genio.
• Poner tus fotos en las revistas de arte vistiendo un traje de gorila.

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