La iluminación artificial ofrece una amplia variedad de estrategias para el diseño de interiores. Es muy utilizada en proyectos comerciales y de restaurantes como un dispositivo estético capaz de atraer a una mayor cantidad de clientes y crear ambientes que estimulen los sentidos, la iluminación artificial también puede ser aplicada en proyectos residenciales transformando los ambientes y generando espacios acogedores y bien iluminados.

Además de la temperatura de la lámpara y el tipo de luz necesaria para cada actividad, es posible explorar la iluminación artificial en las viviendas como un elemento que destaca los ambientes. Para ello, se puede pensar en la aplicación de diferentes tipos de luminarias como también en estrategias de iluminación que realcen algún elemento arquitectónico en específico.

 © DORVAL‐BORY Apartamento Espectral _ Arquitectos: BETILLON / DORVAL‐BORY Área: 20 m2.

En el mercado, existen una infinidad de modelos de luminarias que aportan diferentes cualidades a los ambientes, transformándolos por completo desde su instalación. Pueden ser colgantes, de suelo, de mesa, embutidas, o incluso formar parte del diseño arquitectónico. Te presentamos el caso del Apartamento Spectral de BETILLON / DORVAL- BORY, que presenta una escalera con una pared baja ubicada en el centro del ambiente donde se instalan dos tipos de luminarias que complementan la ambientación del espacio.

Es un proyecto de renovación de un pequeño departamento en Perís en el que por la falta de luz natural se intervino particularmente en el tema de la iluminación artificial. Se optó por adoptar un enfoque binario radical que investiga la calidad del espectro de dos fuentes diferentes de luz artificial.

El índice de reproducción cromática (CRI) es uno de los criterios fundamentales en la evaluación de la luz. ouma notó que la luz del día era mucho mejor para estimar los colores, y el trabajo de CIE estableció su valor en 100 para determinar la escala del CRI. Por lo tanto, una luz con un CRI alto, cercano a 100, puede reflejar los colores adecuadamente (homogéneamente en la potencia de distribución del espectro), mientras que un CRI bajo es sinónimo de pérdida de rango y, en consecuencia, pérdida de colores.

En este caso, las lámparas de sodio de baja presión (LPS) con mayor precisión. Este sistema es extremadamente popular debido a su alta eficiencia (cantidad de luz en comparación con la electricidad consumida) y se utiliza para iluminar ciudades a lo largo de calles, carreteras y autopistas. Su característica temperatura de color confiere este particular matiz anaranjado a nuestro entorno urbano nocturno. Sin embargo, estas lámparas tienen el CRI más bajo, cercano a cero. Lo que significa que la luz es monocromática, a una longitud de onda de 589,3 nm, y no es capaz de reflejar ningún otro color.

En este proyecto, la primera fase consistió en una división de elementos programáticos según sus necesidades de espectro: ¿Qué usos necesitan una buena reflexión de color y qué espacios pueden contentarse con una reflexión muy baja? Esta primera clasificación genera una jerarquía de espacios: por un lado, la cocina, el salón, donde es necesario distinguir el color, por otro lado el dormitorio y el baño donde la luz monocromática es suficiente.

El apartamento está diseñado en una expresión simple y neutra, sin colores ni detalles especiales, eliminando cualquier expresividad o narrativa arquitectónica y dejando solo la lógica de la composición generada por la luz.