JARDÍN COMESTIBLE
1 mayo, 2024 / Dirección editorial Arkin
Un jardín comestible es la opción ideal para la próxima remodelación de tu hogar o tu siguiente proyecto arquitectónico.
Dicen que todo regresa a su origen y pareciera que poco a poco regresamos a los tiempos en los que cada hogar genera sus propios alimentos, ya sea por necesidad, hobby, por tendencia o como terapia ocupacional.
Hoy en día la integración de verduras y hortalizas en un entorno ornamental está ganando terreno, desafiando las concepciones tradicionales y abriendo nuevas posibilidades estéticas y funcionales.
Los paisajistas empiezan nuevamente a combinar la belleza visual con la funcionalidad productiva.
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¿Qué tipo de verduras y hortalizas pueden ser consideradas como plantas ornamentales comestibles?
Afortunadamente, la respuesta es todas. Desde las diferentes variedades de coles y lechugas hasta las vibrantes fresas, estas plantas ofrecen una amplia gama de colores, texturas y formas que pueden embellecer cualquier jardín ornamental.
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En cuanto al cuidado y mantenimiento de estos espacios, existen algunas diferencias con respecto a los huertos tradicionales y los jardines de césped y plantas ornamentales.
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En un jardín comestible, se busca la producción de alimentos acompañado con la creación de una experiencia estética única.
Esto implica consideraciones adicionales en el diseño y la disposición de las plantas, así como una mayor dedicación al mantenimiento y la recolección de los cultivos.
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Los profesionistas que abogan por la creación de jardines que no solo sean visualmente atractivos, sino también productivos y sostenibles serán los que cambien la forma en la que vemos estos espacios.
Aquí probablemente lo que te preguntas es:
¿Cómo logran integrar con éxito verduras y hortalizas en un entorno ornamental?
La respuesta radica en un cambio de mentalidad y en la aceptación de una propuesta estética más amplia y menos conservadora.
Muchas de estas plantas son naturalmente ornamentales, lo que facilita su inclusión en diseños paisajísticos.
Además, al combinarlas con plantas puramente decorativas, se pueden crear composiciones visuales fascinante.
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Uno de los desafíos más importantes en la creación de jardines comestibles es la estacionalidad.
Sin embargo, mediante la selección cuidadosa de variedades con diferentes periodos de maduración y la incorporación de plantas perennes, se puede garantizar una producción continua a lo largo del año.
Además de los beneficios ya antes mencionados, estos espacios son ecológicamente sostenibles y ofrecen la oportunidad de tener una conexión más profunda con la naturaleza y de recuperar la cultura agrícola en entornos urbanos.
Un jardín comestible nos invita a reflexionar
En un mundo donde el hormigón ha invadido nuestros espacios verdes, la tendencia hacia los jardines con elementos comestibles sugiere un retorno a la naturaleza.
También nos invitan a una reevaluación de nuestra relación con el entorno construido.
Aunque aún queda camino por recorrer, movimientos como este nos muestran que es posible reconciliar la estética urbana con la funcionalidad y la sostenibilidad.