Un hermoso hotel ubicado en Oporto, Portugal que tiempo atrás fue una casa tradicional del siglo XIX, ahora se nos muestra bajo un halo contemporáneo sorprendente, abriéndose al espacio público.

El proyecto de rehabilitación redescubre una casa tradicional de Oporto del siglo XIX, una tipología en el que la riqueza arquitectónica, ornamental y paisajística de su interior suele quedar oculta cuando se observa desde el espacio público. Este Hotel Boutique, llamado “Jardins do Porto”, revelará esta riqueza, trayéndola a la contemporaneidad y haciéndola más pública.

En el proceso de rehabilitación se recuperaron elementos notables del edificio existente, como su claraboya central, las balaustradas de la escalera de madera, los techos y paredes de estuco. En la misma línea, se añadieron nuevos materiales sin perder ese “diálogo” con su historia: estructuras de mostradores, armarios y ascensor de hierro, techo del restaurante y puertas interiores de aluminio oscuro, y azulejos contemporáneos en baños; así como todos los colores y motivos florales. Este proyecto aprovechó todas las plantas y espacios exteriores de una casa monumental del siglo XIX, rindiéndole homenaje a los Jardines de Oporto. Los elementos arquitectónicos originales se mantienen en las fachadas delantera y trasera, y en el jardín posterior que se complementa como un nuevo espacio de salón. En la planta baja, encontramos la recepción del Hotel “Jardins do Porto”, y el gastrobar “O Jardineiro”, espacio multifuncional abierto a la ciudad. La zona de restauración se convierte así en un “jardín de invierno”, en continuidad con el interior. Las plantas del hotel albergan seis amplias habitaciones, y la planta superior, tres habitaciones de escala más íntima.

 © Alberto Plácido

Al subir la escalera central de madera, rodeada de pinturas decorativas sobre estuco, el ambiente se transforma gradualmente. Los colores de las paredes de las habitaciones cambian y se aclaran, entre el marrón cacao de las habitaciones inferiores y el gris granito de las superiores. El diseño de estos espacios es personalizado, sobre todo en los sanitarios, donde encontramos materiales y muebles contemporáneos. Las puertas divisorias, cuidadosamente diseñadas en aluminio oscuro, separan las zonas de baño de los aseos, y los lavabos se integran en piezas de hierro y madera adaptadas a cada lugar. Las paredes de los sanitarios están parcialmente revestidas de azulejos verdes, reforzando la deseada combinación de tradición y modernidad.

En la planta superior, los dormitorios más pequeños comparten una zona común, también repleta de muebles nuevos. Todas las habitaciones disponen de terrazas exteriores complementadas con vegetación. La claraboya del edificio – un elemento tradicional de las casas del siglo XIX en Oporto – se renovó totalmente, así como las balaustradas de madera que definen la escalera central del edificio. Este acceso se complementa con un ascensor, con entradas de hierro lacado, discretamente insertado en una de las puertas interiores del edificio existente. Por último, todos los elementos decorativos restantes – tapices, esculturas y fotografías murales – hacen referencia al tema floral del hotel, invitando a los visitantes a pasear por el edificio, pero sobre todo por la ciudad, y a descubrir la riqueza arquitectónica y paisajística de Oporto.