PANELES DE SAL CRISTALIZADAS
7 febrero, 2024 / Dirección editorial Arkin
¿Podría la sal ser un material del futuro? Es un material con un potencial infinito y extraordinario. Además de sus cualidades para sustentar la vida, la sal es asequible, fácilmente disponible, antibacteriana, resistente al fuego, puede almacenar humedad y calor, y es excelente para reflejar y difundir la luz.
El cloruro de sodio, más comúnmente conocido como sal, está en todas partes. Antiguo en sus usos y abundante en la naturaleza, preserva los ecosistemas locales, también descongela las carreterras, y es vital en una variedad de procesos industriales. Además, es utilizado en nuestros platillos como condimento para la comida. Hoy en día, se le atribuye un valor relativamente pequeño – considerando que solía ser tan valioso como el oro – y a diferencia de otras alternativas derivadas de la naturaleza, como las algas o el micelio, no parece haber suficiente investigación e interés en torno a todos sus aspectos físicos, propiedades mecánicas o estéticas.
La sal, así como tiene beneficios, también tiene desventajas que han limitado su uso como material de construcción, pues es propensa a la absorción de humedad, susceptible a la erosión por el viento y el agua, y puede causar corrosión a los componentes metálicos utilizados en construcción. Pero también brinda la oportunidad de explorar ciertas aplicaciones donde su uso podría ser beneficioso.
A medida que crece la población mundial, la cantidad de sal producida como desecho a través de la desalinización del agua de mar y la extracción de potasa ha aumentado drásticamente, lo que significa que el recurso es más abundante que nunca. Así, los investigadores y diseñadores han explorado la sal como material de construcción durante siglos en algunas partes del mundo, ya sea en forma cruda, compuesta o procesada. Algunos ejemplos interesantes incluyen un hotel construido con millones de bloques de sal, un restaurante hecho con sal de origen local y un pabellón sin construir en el que se diseñaron estructuras de metal para fomentar el crecimiento de la sal. También han surgido nuevos usos durante la última década, desde la sal procesada utilizada en paneles de pared flexibles y prototipos de revestimiento de edificios, hasta objetos impresos en 3D hechos de mezclas de sal y almidón.
Hay un laboratorio de diseño e investigación que ha ido un paso más allá, “usando procesos de cristalización de sal para desarrllar aplicaciones innovadoras y fortalecer la histórica industria local de la sal”. Con sede en el vasto campus de Luma Arles en el sur de Francia, Atelier Luma propone una forma nueva y creativa de trabajar con la cristalización de sal, revelando el potencial de un proceso circular natural en el campo de la arquitectura y el diseño. Ellos han demostrado que los paneles de sal son una solución innovadora capaz de reducir las cargas de calor, resistir al fuego, añadir un toque estético único y contribuir a la sostenibilidad.
Ante los desafíos, Atelier luma nos dice que el futuro se construirá con materiales nuevos y antiguos. De la mano de la investigación, las nuevas tecnologías y la innovación, la sal tiene potencial para ser uno de estos nuevos materiales. Después de todo, para mejorar verdadera[1]mente la sostenibilidad y la eficiencia de los recursos en los próximos años, es vital inspirarse en la naturaleza, apoyar la producción local y, lo que es más importante, pensar fuera de la caja y ser creativo.