WILDNERNESS BISATE
1 febrero, 2024 / Dirección editorial Arkin
Situado en el Parque Nacional de los Volcanes, es uno de los últimos hábitats que quedan para los gorilas de montaña en peligro de extinción, el refugio boutique Wilderness Bisate es un buen ejemplo de la espectacular belleza natural de Ruanda, con vistas a los volcanes Bisoke, Karisimbi y Mikeno, cubiertos de niebla y alfombrados de verde.
Sin duda un destino mágico y único. Si quieres visitar un lugar súper diferente donde puedas estar en plena naturaleza, te proponemos visitar el hotel boutique Wilderness Bisate, ubicado en el Parque Nacional de los Volcanes en Ruanda, donde viven y se encuentran en libertad 340 de los 800 últimos gorilas. Simplemente, el lugar es maravilloso y sus seis villas con techo de paja del bosque tienen su encanto, con elegantes motivos imigongo en blanco y negro, chimeneas acabadas con roca volcánica y lámparas fabricadas con vidrio reciclado. Este es uno de los hoteles en la naturaleza más impresionantes. Aquí fue el lugar que sirvió de inspiración para la película y el libro “Gorilas en la niebla”.
Sus principales características son la sostenibilidad y la hospitalidad. La gran experiencia que ofrece Bisate Lodge a sus huéspedes es la de caminar a través de los bosques de este espacio protegido en busca de gorilas de montaña, a la que se suma también la de plantar árboles jóvenes como parte de un ambicioso proyecto de rehabilitación de la selva tropical para expandir el hábitat de estos animales.
Situado en el borde de un cráter volcánico erosionado en el Parque Nacional de los Volcanes, en el noroeste de Ruanda, el albergue cuenta con impresionantes vistas de los inquietantes picos volcánicos de Bisate y Karisimbi.
La cuidada arquitectura de Bisate Lodge, está inspirada en las tradiciones constructivas ruandesas tomando como modelo principal el diseño del palacio real ruandés. Aquí, en este escenario, es importante el uso consciente de materiales locales que entreteje un ambiente auténtico. Es interesante observar que las estructuras esféricas y sintéticas con techo de paja reflejan la Tierra de las Mil Colinas, por la que el paisaje ruandés es famoso.