Deberemos partir de la definición de la cal, según los textos de Arredondo en su estudio sobre materiales, se define como “todo producto, sea cual fuera su composición y aspecto físico, que proceda de la calcinación de piedras calizas, después de un proceso de calcinación o cocción hay que proceder a su apagado con lo cual se obtiene un material hidratado en forma pulverulenta o pastosa, según la cantidad de agua añadida”. por lo tanto, el ciclo de la cal se inicia con la cocción de las piedras calizas a una temperatura de 900 y 1000 ° c. durante este proceso el carbonato de calcio presente en la piedra se convierte en óxido cálcico o cal viva, al desprenderse por la acción del calor el dióxido de carbono que va a la atmosfera. el aspecto de la cal viva es de terrones irregulares, aunque también la podemos encontrar molida y de distintas granulometrías.

La cal es uno de los materiales más nobles que ha utilizado el hombre durante milenios, los restos más antiguos que se han encontrado son los frescos de la ciudad de Catal de Hüyük datados en el sexto milenio antes de nuestra era, los romanos lo aprendieron de las culturas sirias, egipcias y griegas, y explotaron al máximo sus cualidades como material de construcción. pero no solo ha sido utilizado por las culturas occidentales, los mayas e incas en América, las primeras dinastías chinas e indias también nos han dejado excelentes muestras de su aplicación.

Para su uso en la construcción es necesario apagarla con agua y el resultado puede ser en polvo o en pasta según la cantidad de agua empleada, recomendando para las obras de restauración y rehabilitación las calles en pasta envejecidas al menos durante seis meses. Con este proceso de apagado obtenemos hidróxido de calcio. para la elaboración de morteros solo tendremos que añadir arena en proporción 1:3 o 1:4 para aplanados o entortados encontrándose esta en pasta o polvo. Si vamos a realizar algún estuco o acabado bruñido (superficie exterior de protección aplicada sobre los aplanados) utilizaremos cal en pasta y polvos de mármol en proporción 1:1 pudiendo añadir tierras de color.– La característica más importante de los morteros de cal es que una vez puestos en obra van endureciéndose o carbonatándose poco a poco hasta convertirse en una costra pétrea de escasos milímetros de espesor que se hace cada vez más resistente, en este proceso de carbonatación de la cal, el hidróxido de calcio o cal apagada al entrar en contacto con el aire vuelve a retomar de este dióxido de carbono del que se desprendió durante su cocción, pasando a ser de nuevo carbonato de calcio, es decir, piedra caliza. es por eso que las construcciones antiguas siguen en pie hasta nuestros días.

Habrá que mencionar sus cualidades para realizar múltiples acabados, pues al ser un material maleable permite ser trabajado antes de que se endurezca con todo tipo de herramientas, admitiendo una amplia gama de colores, con los cuales se pueden realizar apariencias de materiales como sillares, ladrillo, mármol, o inclusive comportarse como un lienzo que reciba la pintura mural que se quiera integrar al fresco.